El Programa de Impacto Social “Yo Sueño, Yo Puedo” llegó a Artigas
El programa de impacto social de la organizaciónMiss Venezuela, “Yo sueño, yo puedo”, llegó a la Escuela Técnica Enrique de Ossó de Fe y Alegría, ubicada en la comunidad de Artigas, donde 22 niñas de quinto grado participaron de una edición única en la que el equipo de Trazando Espacios les enseñó los conceptos básicos de diseño y arquitectura necesarios para transformar un espacio de su comunidad escolar.
Junto a otros aliados como EmpoderaRSE, Plafam, Deporte para el Desarrollo y Olanda Angarita, las niñas recibieron charlas orientadas a trabajar en su bienestar integral: “Diseño mi sueño” para desarrollar su proyecto de vida; “Los pilares de la felicidad” para reconocer sus emociones; “Construyendo mi sexualidad” para saber cómo cuidar de su salud; y “Mis reglas del juego” para prevenir la violencia basada en género.
“En las empresas del grupo Cisneros seguimos acompañando a muchas más niñas y mujeres, de la mano de diferentes organizaciones aliadas, para brindarles herramientas y recursos que les permitan impulsar su desarrollo personal. Esta experiencia de dos meses ha sido muy gratificante y estamos felices de ver cómo cambiaron las niñas”, expresó María Ignacia Arcaya, vicepresidenta de Impacto Social y Relaciones Institucionales de Cisneros.
En esta implementación en Artigas, las 25 candidatas oficiales de Temporada Miss Venezuela 2024 se unieron en diferentes grupos de trabajo a las actividades organizadas para apoyar a las niñas participantes en todo el proceso de autoconocimiento que se revela durante “Yo sueño, yo puedo”, y acompañarlas a imaginar cómo sería ese nuevo espacio recreativo que tendrían que presentar en una maqueta al cierre del programa.
María Alejandra Álamo, gerente general de Trazando Espacios, manifestó su satisfacción ante el logro de los objetivos propuestos: “me enorgullece muchísimo ver cómo avanzaron en estas actividades que las invitaron a poner a volar la creatividad. Ahora se sienten capaces de hacer algo por su comunidad y saben que van a ser partícipes de esa transformación. ‘Yo sueño, yo puedo’ es una realidad”.
Para Solmaira Ropaín de EmpoderaRSE fue clave orientarlas hacia el futuro: “trabajamos en sus proyectos de vida a través de la construcción de su propia casa y cómo todo ese modelo se traducía en sus sueños”; por su parte, para Olanda Angarita (psicóloga infantojuvenil), la gestión emocional fue determinante: “abordamos los seis pilares de la felicidad y les explicamos cómo esa sería la base en donde se edificaría esa futura mujer en la que se van a convertir”.
Por su parte, Mariana Maza (Plafam) hizo énfasis en “lo gratificante que fue ver el resultado luego de abordar el tema de los derechos sexuales y reproductivos, de cómo cuidar su cuerpo y de las señales de la violencia basada en género«; mientras que para Héctor González (Deporte para el Desarrollo) todo fue una ganancia debido «al avance que significó que el mismo grupo de niñas tuviera la oportunidad de trabajar en diversas actividades alineadas en un mismo tema”.