Madonna y Hatari Desatan la Controversia en Eurovisión
Eurovisión, autodenominado el concurso musical más grande e importante de la historia audiovisual mundial, es sin duda alguna el espectáculo musical más grande de Europa, y uno de los más importantes del mundo. Sin embargo, y en una edición plagada de controversia por llevarse a acabo en Telaviv, este año, lo último que importa, es quien salió ganador.

La principal norma de Eurovisión es que el país que gana el festival es el responsable de acoger la edición del año siguiente.
La victoria en el 2018 de la israelí Netta Barzilai hizo que algunas voces expresaran su oposición a que Israel fuera el país anfitrión en 2019.
Esta oposición se intensificó en los últimos meses y se convirtió en una petición internacional de boicot orquestada por la organización BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones), un grupo propalestino que intenta incrementar la presión económica y política sobre Israel.
La iniciativa de BDS encontró eco internacional y dio lugar a distintas campañas, para instar a los países a no participar en el festival, para pedirle al público que no lo vea o para decirle a Madonna que no actúe.
¿Cuáles son sus motivos? “Lavado de imagen”:
Tras la victoria de la joven Netta Barzilai con la canción Toy en el 2018, se empezó a gestar el movimiento Boicot Eurovisión 2019 y se convocaron actos de protesta y manifestaciones en distintos lugares del mundo.
Desde BDS aseguran que son muchas las razones para no celebrar un festival europeo en Israel. Para empezar, la organización denuncia que esto no es más que una operación de “lavado de imagen de los crímenes de Israel”.
“Israel está utilizando descaradamente Eurovisión como parte de su estrategia oficial Marca Israel, que presenta la cara más bonita de Israel para encubrir y distraer la atención de sus crímenes de guerra contra el pueblo palestino”, dice BDS, que compara el comportamiento del gobierno israelí hacia los palestinos con el apartheid sudafricano, e incluso con el genocidio cometido por los Nazis contra el propio pueblo judio.
Las protestas llegaron hasta la propia ciudad anfitriona del festival, Tel Aviv, donde el pasado martes cientos de personas se manifestaron con una pancarta que decía “Boycott Eurovision”.
“Estamos aquí para tratar de atrapar a la opinión pública tanto local israelí, palestina e internacional que llegó para Eurovisión, y explicar que lo que se muestra no es exactamente la realidad de Israel, la realidad son los millones de palestinos que están bajo la ocupación israelí desde hace decenas de años”, le dijo a la agencia de noticias EFE Efraim Davidi, participante en la marcha.
#MadonnaDontGo:
La cantante estadounidense Madonna se vio también envuelta en la controversia.
La etiqueta #MadonnaDontGo (“Madonna no vayas”) comenzó a circular en redes sociales desde que se supo que la reina del pop era la artista invitada para el sábado.
Asimismo, artistas palestinos le escribieron una carta pidiéndole que no actuara, por respeto a las víctimas causadas por el ejército israelí.
Tras varios días de silencio, Madonna respondió a los críticos.
“Nunca dejaré de tocar música para acomodarme a la agenda política de alguien, y tampoco dejaré de alzar la voz contra las violaciones de los derechos humanos allá donde ocurran”, expresó en un comunicado.
“Mi corazón se rompe cada vez que oigo historias sobre las vidas inocentes que se pierden en esta región y la violencia que a menudo se perpetúa para satisfacer los objetivos políticos de personas que se benefician de este largo conflicto”.
“Espero y rezo para que pronto nos liberemos de este terrible ciclo de destrucción y creemos un nuevo camino hacia la paz”, concluyó.
La Controversia:

Madonna interpretó junto al artista hip hop Quavo su nuevo single, Future, que forma parte de su próximo álbum de estudio, Madame X. Su interpretación del nuevo tema y de la archifamosa Like a Prayer”, que cumple 30 años, fueron criticados en redes sociales. Desde el simbolismo de una Madonna ataviada como Juana de Arco, hasta las letras del tema Future donde habla de que “No todos vendran al futuro, no todos están aprendiendo del pasado”, hasta la letra del tema Like A Prayer, históricamente identificado como una crítica a las religiones; la gota “que derramó el vaso” sería la inclusión en sus espaldas de banderas de Palestina e Israel por parte de los bailarines que “rodaban por las escaleras como víctimas de un combate”. Además, el show incluyó un interludio en el que literalmente recitaba “Ellos son tan inocentes. Creen que no estamos al tanto de sus crímenes. Pero es solo que no estamos listos para actuar… La tormenta viene, está dentro de nosotros…” Cantaba la Ciccone justo antes de “soplar fuego” sobre bailarines ataviados con máscaras antigas e incluso lo que parecía ser uniformes militares. Por si fuese poco, tras finalizar la presentación, la cantante remato con un estruendoso grito de “Wake Up”, frase que aparecía también en la pantalla de fondo del escenario y que parecía ser un llamado de atención ante toda la situación.

La Unión Europea de Radiodifusión, organizadora del evento, reaccionó en un comunicado señalando que la referencia política realizada por los bailarines de la Reina del Pop no aparecía en los ensayos aprobados por el organismo. Eurovisión “es un evento apolítico y Madonna había sido informada de ello”, remarcó.
Expectación por Islandia:
En cuanto a los participantes en esta final de Eurovisión había especial interés por ver la actuación de los representantes de Islandia, el trío Hatari, que presentan un tema con referencias al poder y a los desposeídos que, según algunos críticos, ofrece “una oscura visión del futuro”.

“El odio prevalecerá, Europa se derrumbará, una red de mentiras saldrá de las cenizas”, dice en uno de sus versos la canción Hatrid Mun Sigra (“El odio prevalecerá”).

Hubo insinuaciones de que el grupo podía usar su actuación para defender la causa palestina, después de que casi 20.000 islandeses firmaran una petición para que el país noreuropeo boicoteara el festival, pero la banda dejó claro que el contrato firmado para participar en Eurovisión impedía los actos políticos. Y así fue, salvo por la letra del tema, ya bastante político de por sí. Pero al momento de identificar los votos que recibía su participación, los integrantes de la banda mostraron ante cámara, aunque por breves segundos, banderas de Palestina. De inmediato el equipo organizador del evento se apersonó a retirar las banderas a los integrantes del grupo que luego publicarían en sus redes sociales la forma en que intentaron censurarlos.
Profanación:
Conocida por su animada vida nocturna, Tel Aviv, parecía una localización perfecta para acoger esta cumbre de la extravagancia musical y televisiva. La capital económica y cultural de Israel se enorgullece de ser una ciudad moderna, cosmopolita, acogedora y un refugio para el colectivo LGTB (fiel seguidor de Eurovisión).
Pero tras la victoria de Netta Barzilai en 2018, la opción de Tel Aviv no se impuso automáticamente. Varias personalidades políticas, como la ministra de Cultura, la conservadora Miri Regev, preferían Jerusalén por motivos políticos.
Por otro lado, eminentes rabinos ultraortodoxos israelíes pidieron rezar para denunciar la “profanación” que, según ellos, supone la celebración del concurso durante el sabbat, el día sagrado de descanso semanal judío.
Y entretanto, los palestinos habían previsto un evento alternativo simultáneo bautizado Globalvision, con actos previstos en Londres, Dublín, Ramalá (en la Cisjordania ocupada) y en Haifa.
La Otra Versión:
No todo han sido peticiones de boicot al festival.
Este viernes, el Parlamento alemán aprobó una resolución en la que tacha de antisemita al grupo BDS, desencadenando una reacción inmediata por parte de la organización:
“BDS se enfrenta a la complicidad, no a la identidad. El boicot académico y cultural de Israel es estrictamente institucional y no tiene como objetivo a individuos israelíes”.
Hay otras voces que han pedido poner freno a los llamamientos al boicot. Opinan que no hay que mezclar la cultura con la política.
También hay quienes critican que los defensores del boicot a Eurovisión caen en lo mismo que denuncian: el oportunismo y el uso de un evento internacional como plataforma de propaganda.
Sin olvidar a quienes, ajenos a la controversia por tratarse de Israel, piden que se vote masivamente a la canción del Reino Unido para que gane y así sea este país el que tenga que organizar la edición del 2020. Con o sin Brexit.
La Respuesta de Israel:
La ministra israelí de Cultura, Miri Regev, consideró el domingo un “error” que los bailarines de Madonna salieran con banderas palestinas en la espalda durante su actuación en la final de Eurovisión.
“Fue un error, no se puede mezclar política con un evento cultural, con todo el respeto que le debo a Madonna”, afirmó Regev ante el consejo de ministros semanal.
La ministra, que no asistió a la final de Eurovisión el sábado por la noche en Tel Aviv, criticó ante los periodistas al organismo de radiodifusión israelí, Kan, que según ella falló en su misión al dejar que se vieran en pantalla las banderas palestinas.
La estrella del pop, asidua de Israel, donde ha dado varios conciertos, y adepta de la cábala, mística judía secreta y reservada para los iniciados, resistió a los llamados al boicot que le lanzaron activistas propalestinos, que denunciaban una acto cultural cuyo objetivo, según ellos, era ocultar la realidad del conflicto entre israelíes y palestinos.
“Nunca debemos subestimar el poder de la música para unir a la gente”, dijo Madonna antes de su actuación a los presentadores, que le habían preguntado sobre el mensaje que deseaba dar en Eurovisión.
Se desconoce si Madonna sabía que algunos de sus bailarines saldrían después a escena con banderas israelíes y palestinas.
Holanda Gana Eurovisión con una Balada:
El holandés Duncan Laurence fue el ganador del 64º Festival de Eurovisión con la balada Arcade, proporcionando a su país una primera victoria en 44 años.

El candidato de 25 años, que se perfilaba como favorito según las apuestas, quedó por delante de los representantes de Italia y Rusia y proporcionó a su país una primera victoria con un tema inspirado en la desaparición de un ser querido.
Por si fuese poco, Madonna ha decidido publicar de inmediato el show completo a su usuario en la plataforma YouTube para que quien no lo haya podido ver, lo disfrute a detalle y entienda su mensaje…